Saturday, August 27, 2005

Vicisitudes

El estagirita caminaba bajo la lluvia sin dirección fija. En cierta manera se dio cuenta de que había vivido engañado, su vida realmente no tenía sentido a pesar de que firmemente lo creía. Había pensado estúpidamente que siguiendo ciertos criterios de conductas a una persona le podía ir mejor en la vida. Ahora era momento de reir de ello. También comenzó a cuestionarse respecto de la realidad de las cosas, la regularidad del mundo, se dio cuenta que tan sólo estaba habituado a ciertas repeticiones cotidianas, y que ahora en un momento de crisis nada de eso parecía tener justificación. Si no encontraba reposo mental en las cosas más simples era de esperarse que también dejara de hacerlo en los asuntos referentes a la vida colectiva; se dio cuenta de su ingenuidad había llegado a grados extremos, que la sociedad era en realidad un infierno incontrolable capaz de provocar sufrimiento sin límites.

Dando vueltas alrededor de la plaza se topó con aquel busto de Aristóteles que había mirado miles de veces sin poner atención. Recordó que cuando cursaba la educación primaria le habían enseñado que era un hombre muy importante y muy sabio. Mientras caían las últimas gotas se detuvo unos momentos frente a la estatua. Tomó así la determinación de pasar a comprar algún libro suyo de camino a casa. "¿Por qué no?" dijo para sus adentros, "Acaso él podrá orientarme".

3 Comments:

At 11:50 PM, Anonymous Anonymous said...

Que listo el muchacho, desgraciadamente Estagira desde hace ya rato se llama Stavrós así que ya se la peló tu cuento juar juar juar

 
At 12:11 PM, Blogger La Ch said...

Edificante e inspirador.

 
At 10:31 PM, Blogger Guillermo Núñez said...

Yo no entiendo el comentario de Jorge Masta.

 

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