Monday, July 25, 2005

Laserjet 41, de Hewlett Packard

Una impresora temperamental que en ocasiones trabaja con soltura, fluidez y una eficacia que provoca pensamientos nada amables e incluso peligrosos, pensamientos que se acercan demasiado a la esperanza de que algún día abandonemos estos cuerpos frágiles, suaves y perecederos por otro tipo de cuerpos, cuerpos de metal y plástico, el tipo de cuerpos que funcionan muy bien cuando quieren y que pueden imprimir una novela de sesenta y nueve páginas sin problemas. En esos raros momentos, la Laserjet 41 de Hewlett Packard hace que Gutenberg se parezca al hombre del Neandertal.
Oh, pero hay otros momentos en que la Laserjet se comporta de manera errática. Uno deja de llamarla Laserjet (un nombre tan cadencioso, futurista y filoso simplemente no es adecuado en estos momentos) y comienza a llamarla: ¡La pinche puta madre! Porque cuando no quiere, esta jodida máquina te obliga a levantarte de tu sillón y abrirle sus entrañas --al principio con delicadeza, después con manos de mecánico-- para destrabar las limpias y hasta ese momento lisas hojas de papel bond (Facia Bond, 216x279mm, reciclable, excelente blancura) que ha convertido en basura y hojas de doble uso.
Hay días en que esta impresora se vuelve un artefacto místico que consigue transformar al más delicado de los hombres, yo, en un gorila al que obliga, con el dominio de su mente de silicón, a golpearla y gruñir y rascarse la cabeza pues no comprende nada. La máquina traga papel. Es el enemigo número uno de los árboles. Desperdicia hojas por capricho. Imprime varias copias sin que se lo pidamos. Nos da información que no necesitamos. Se descompone.
Es el horror. Y también, son millones de años hechos tecnología. Esta máquina, la Laserjet 41 de Hewlett Packard es una de las cosas más humanas con las que me encontrado en mi vida. Capaz de las más atroces acciones como de las más bellas. Imprime tanto panfletos carentes de amor pero llenos de látex, odio, violencia y pornografía, como poesías que nos recuerda que aún existe un Ser que nos sostiene en su pecho. La Laserjet tiene la capacidad de crear y de destruir, como la palabra misma, es Auschwitz y el Edén, simultáneamente. Amo y odio a esta impresora, como a ti, lector.

2 Comments:

At 10:54 AM, Blogger Alejo Cava said...

Ame y odie este post.
En realidad me gustó más de lo que no me gustó.
En realidad no puedo decir que no me gustó.
Me gustó.

De hecho la familiaridad que tengo con las tintas y papeles me hizó tenerle mucho cariño a este post y me identifique en muchos puntos.

Me gustó mucho el post.

 
At 9:44 PM, Blogger La Ch said...

Gracias!!! Ahora tengo una razón para sonreír justo después de que mi pc se apague o se trabe.

 

Post a Comment

<< Home