Mi primer aneurisma

Al principio tenía el orgullo de que mi padecimiento se llamara como una canción de Nirvana pero mi sisterna tuvo el mal gusto de señalar que ésta probablemente hace referencia a un aneurisma cerebral. El mío está en la pierna, atrás de la rodilla. Es un poco más pequeño que una mandarina. Parece ser que todavía falta un rato para que se reviente pero por si acaso la operación va a ser este jueves. La arteria tiene que puentearse ya sea con una vena mía o con un material artificial que no presenta rechazo. Los riesgos son nulos, o más bien el peor riesgo -y es poco probable- es que se tuviera que repetir la operación.
¿Qué es lo que hizo crecer mi arteria femoral? Nadie lo sabe. ¿Algún golpe? No. O más bien sí. Soy demasiado torpe, es difícil recordar.
Más información próximamente en filete.