Friday, July 13, 2007

Kierkegaard

"Lutero, tú tuviste 95 tesis. ¡Yo tengo sólo una! El cristianismo del Nuevo Testamento no existe. No hay nada que reformar, sino simplemente arrojar luz sobre el crimen perpetuado a lo largo de siglos, el evangelio tergiversado por intereses hasta terminar siendo lo contrario de lo que era."
El mapa para la fiesta está abajo.

Thursday, July 12, 2007

Fiesta


Vayan

Tuesday, November 08, 2005

Condechi

Supongo que me trato de un chico que a menudo pasa tiempo en un espacio específicamente planeado para aquellos que desearían que su vida fuera más interesante de lo que realmente es: para los veinteañeros que no tienen o fingen no poseer un trabajo de cubículo y que leen, algunos mejor que otros, y que crean o que fingen crear o crean la ilusión de crear buen arte. Paso demasiado tiempo en la Condesa, por ejemplo. En parte, por mi vida académica. Por otra parte, porque me gusta poder pasearme en un lugar rodeado de personas que se esfuerzan y sudan sangre para aparentar no esforzarse. Personas que poseen poses que permanecen en la eterna promesa de lo cool y lo hip y lo chic. No es algo de lo que esté orgulloso, es algo que sucede. Esta actitud, la del poco orgullo y el conformismo, es típicamente veinteañero. Pero no de cualquier veinteañero, sino del que está aburrido consigo mismo. "Tal vez mi vida no se reduzca a esto", nos decimos. "Probablemente haya más personas como yo", sospechamos a pesar de que lo sabemos con certeza. "No es necesariamente una crítica", pero lo es.
Subimos las escaleras corriendo, aún cuando no tenemos prisa. Manejamos Mini Coopers y vestimos Lacoste. Parece que nos sentimos culpables al respecto, pero no es así. Sólo nos sentimos vigilados constantemente. En ocasiones, esta sensación de ser parte de algo que nos supere, de una película o una buena novela, nos agrada. En otras ocasiones, particularmente cuando advertimos que ese espectador inmóvil somos nosotros mismos, juzgándonos constantemente en silencio, esta sensación nos desagrada.
Reímos como si estuviéramos riendo.
Cogemos con desesperación porque sabemos que no va a durar.
Hablamos con ironía pero deseamos que ese juego se detenga, en algún momento.
Nos sentimos agredidos por y resentimos las actitudes de los resentidos.
Intentamos constantemente caer bien. Y es algo agotador.

Wednesday, November 02, 2005

Insólita historia.

Entonces, estás sentado y estás leyendo con mucha atención un libro de David Foster Wallace, pues es la manera en que se debe hacer esto, sobretodo si estás en el baño y no quieres pasar demasiado tiempo dentro porque la verdad es que tienes mejores o más productivas cosas que hacer que leer sentado en la taza del baño mientras lees a David Foster Wallace (debe ser así, de otra manera no estarías leyendo ahí, sino en otro lugar, pero no hay otro lugar, en realidad este es el único lugar donde te permites invertir algo de tu tiempo para hacer una lectura divertida, no una de investigación o que sea útil en el sentido que un martillo es útil) cuando, en fin, sientes que finalmente la cagada ha salido de tu interior. Pero sucede algo extraño. Decides interrumpir tu lectura y ves al fondo del water y piensas: ¿Realmente pensé "water"? ¿Por qué no dije escusado? ¿Por qué no dije taza? Y también piensas: Eso salió muy rápido y sin demasiados problemas. Vuelves, entonces, al libro porque, vamos, has terminado y no tiene demasiado sentido que sigas ahí sentado, a no ser que quieras terminar de leer lo que estabas leyendo, pero no te va a dar tiempo, y tienes que regresar al trabajo. Así que tomas el papel de baño y lo pasas por tu ano y para tu gran sorpresa, no hay nada ahí. La mierda salió tan sin problemas, con tanta facilidad, que nada se ha untado sobre tí. Y entonces, decides, que es algo que debe ser contado.

Tuesday, November 01, 2005

La broma

A ver si ahora cumples eso de sacarme.
O talvez sólo quiero llamar la atención.

Thursday, October 27, 2005

Antes de que anochezca



<bgsound src="http://www.glasspages.org/mtamrph1.mid<br />" loop=true>

Que se les llenen las manos de talentos.

Que las flores ya no tengan espinas.

Que el espeluznante atardecer pase rápido.

Que la nueva mañana no se termine.


Escape de Dos árboles por medio de la muerte.

- Huyamos.
- No podemos, tenemos raíces.
- Ya sé, por qué no dejamos de absorber nutrientes.
- Tardaríamos meses en secarnos.
- ¿Y si dejamos de hacer fotosíntesis?
- ¿Machín?
- Machín.


Saltando se entiende la gente

Everardo estaba tristísimo. Rosita no lo escuchaba, se sentía muy cansada y aquella visita comenzaba a resultarle incómoda. Everardo saltó sobre los cojines de la sala de Rosita, ella intentó conservar la calma y le pidió amablemente que se detuviera. Finalmente lo ignoró. Durante la noche escuchó los rechinidos de los resortes, puso música de Philip Glass a todo volumen y él ruido se seguía escuchando. Por la mañana se enfadó al ver su sillón destrozado, pero le enfadó más el hecho de que Everardo siguiera brincando.
Intentó convencerlo una vez más, pero Everardo no entendía razones, y aún saltaba con más fuerza. Tuvo miedo de dejar su casa en manos de un loco, pero a fin de cuentas era un buen amigo. Se dio cuenta de que era inofensivo y de que se arreglaría después con él para cobrarle el sillón. Cuando ya llevaba dos cuadras recorridas tuvo la certeza de que Everardo dormiría plácidamente y por la tarde, a la hora en que calculara la llegada de ella, comenzaría a saltar para dar la impresión de que nunca se había detenido. Así es que regresó y pegó el oído en la puerta de madera tan sólo para comprobar que Everardo continuaba con aquél ejercicio exasperante. Pensó que tal vez lo hacía por precaución y decidió esperar unos minutos más a que se detuviera. Pasaron las horas. Finalmente se fue a trabajar intentando no pensar en ello. Por la noche encontró a Everardo ojeroso saltando casi sin fuerzas. Le llevó un plato con una quesadilla pero él la rechazó, o quizá sólo le pareció muy difícil alcanzarla. Rosita se sentó frente al televisor y comenzó a cambiar de canales hasta que se fastidió. Finalmente apagó el aparato y esperó a que el ruido de resortes se detuviera.
El sonido viaja a 1225 km por hora, pero el silencio se arrastra lento como caracol, dejando su baba por todas partes. Para cuando se dejó de escuchar aquello Rosita deseaba la muerte.


Pssst

-Oiga señora, se le cayó una barra de selenio.
-No es mía.
-Sí, cayó de su bolso.
-Debe haber llegado ahí por accidente.
-Bueno yo se la doy, usted sabe que hace con ella.

La mujer se quedó contemplando el selenio en su mano tranquilamente. Ya le habían pasado antes cosas más extrañas.


Gigante Verde

La mascota industrial fue inspirada por un neonato de 12 kilogramos. Verde.



Las Furias

Las erinas o furias castigan los crímenes de sangre. Sus látigos son una metáfora de la culpa. Aquí el ejemplo de Tomás, que mató por codicia.

¡Juchucuás!
"¡Ay!¿Qué fue eso?"
Juchucuás.
"Puta, a ver donde consigo raidolitos a estas horas".


Mente Rosada

Pienso que todo va a estar bien. Pienso también que los Estados Unidos llegaron a la luna después de Rusia. Pienso también que ciertas lecturas son interesantes.
Por las mañanas desayuno arroz.


Kike

Se llamaba Enrique, pero le decían Kike. Más bien eso es lo que él hubiera querido, o mejor dicho lo que todos los días rogaba con lágrimas en los ojos a sus compañeros de clase. Pero jamás escuchó a nadie referirse a él con un afectuoso "kike", y sí en cambio casi todo el tiempo como "hermafrodita de mierda".



Que se les llenen las manos de talentos.

Que las flores ya no tengan espinas.

Que el espeluznante atardecer pase rápido.

Que la nueva mañana no se termine.

Tuesday, October 25, 2005

bla bla bla

Tengo el vago sentimiento de que esto ya lo ha visto alguien alguna vez. Se parece a la libertad, o a dos niños jugando con la arena. Pero no. No tiene nada que ver con eso. Intento describir un sentimiento, un sentimiento de que hay alguien esperándote en tu casa –que en realidad no es tu casa, sino un lugar abstracto que imaginas cuando piensas en un lugar donde realmente te gustaría vivir.
“Un lugar donde te gustaría vivir”. Hay que detenernos en este punto, quizá por siempre. Démosle vueltas. Un lugar donde a uno le gustaría vivir no es un lugar donde a uno le gustaría habitar. Es decir, aquello implica que a uno no le gusta vivir en el lugar donde vive. ¿Sólo por llegar en las noches a un basurero? Así es, y parecería que soy una nena. Y no, no es un basurero, esa sería la interpretación errónea de mis palabras. Quisiera recordarte que tu casa no es el lugar a donde llegas a dormir por las noches (sic), es una cosa que te sigue a dondequiera que vas y que tiene más que ver con la persona con quien vives que con lo que diga un valuador especialista en bienes raíces.
He dicho. Este pequeño paréntesis puede no ser del agrado de todos, la verdad me importa muy poco, porque hace tiempo que no tengo lector ideal, y también últimamente me ha dado por tener muchas pretensiones acerca de lo que escribo. Así que sumando esos dos factores podríamos decir que me encuentro nuevamente en el principio.
Me explicaré, en la clase de Anatomía (para quienes hayan cursado la educación media superior será fácil de comprender) se estudia que existen dos sistemas, el simpático y el parasimpático. Uno se encarga de activar las funciones, mientras que el último echa marcha atrás cuando al primero se le está pasando la mano.
Pues bien, al escribir también hay eso, no sé si alguien ya lo estudió o si tiene algún nombre. Lograr el equilibrio debería ser la meta. Lástima que ese tipo de cosas nunca se me han dado. Pues bien entonces podemos pasar a lo siguiente. Contar una historia.
Me sé muchas. Puedo contarte de la vez en que lloré toda la noche hasta que me quedé dormido, pero justo antes un rayo de esperanza me llenó de tal forma que mi nihilismo se vio gravamente cuestionado y pensé que el “mundo” y la “vida” eran más que términos que sólo en determinados contextos tenían referente. Puedo contarte de esa vez y puedes leerlo muchas veces, porque eso no me deja de pasar.
O puedo traicionar a mis amigos y hacer públicos sus secretos más oscuros con el pretexto de que tengo que vivir de algo. Creo que eso no está muy penado por la ley, siempre y cuando el juez tenga la sensatez para darse cuenta de que se trata de un robo famélico. Tal vez sólo finjo que lo hago por dinero y en realidad me estoy muriendo por dentro, o todo lo contrario, me siento vivo y soy un guerrero dispuesto a matar siempre y cuando haya quién y con qué.
Seguramente piensas que en algún momento va a pasar algo, pero te aseguro que puedo continuar páginas y páginas así. Juro que puedo. ¿Valdría la pena? Sinceramente, esa es una pregunta que me hago muy poco. Y lo sé, sé que no estoy ganando mucho con esto. Sé que todo tiene que ver con algo externo. Yo creo en la gracia. Sí, sigo siendo ateo, no te preocupes. Pero creo en la gracia. Y también Baudelaire, quien probablemente está muy encabronado porque no copié ningún poema suyo (quizá lo resolvamos después). ¿Entonces?
¿Pero quién hace esas preguntas? ¿Es que el lector ideal no ha muerto y sólo se quedó inerte durante días y fingió iniciar un proceso de descomposición para que tornara mi mirada hacia otro lado y así poder escapar? Los años me han enseñado lo que soy capaz de hacer, que no es mucho. Así que permanece en pie mi amenaza de continuar por páginas y páginas con esta farsa (que irónicamente es lo más auténtico que he hecho ultimamente). ¿Qué me vas a dar a cambio? ¿Qué estoy ganando de ti?
Vaya. Llega ese murmullo ininteligible y se supone que yo tengo que hacer algo con él. De preferencia convertirlo en una sinfonía. Bien, pues yo no sé contrapunto ni conozco los grados de parentesco entre tonalidades, ni siquiera tengo conocimientos básicos de armonía. ¿Qué quieres que haga con ese murmullo? No puedo salir a golpear gente, eso tampoco se me da, y si de vez en cuando me golpeo la cara es más un sacrificio que hago por el gusto de ser lastimado.
¿Entonces? Tengo que contar una historia para que te calles. Vi tu sonrisa, regresa a la mueca de insatisfacción que tenías antes, no te engañes. Bien aquí va la historia. Es una versión realista y con un toque de humor negro de Hansel y Gretel. ¿Que eso ya lo hizo David Ginnochio? Jódete Gino, arde en el infierno. No se me ocurre nada más que hacer. Caperucita Roja versión sexual, oh, no sé. Todo suena tan estúpido y arbitrario. Quizá si pienso cómo son mis historias favoritas podré encontrar el modo como se hicieron. La verdad no le veo mucha esperanza a esto, mi vida no me gusta demasiado y ergo es poco probable que con una base tan pobre logre escribir de manera interesante la vida de alguien más. Escribir es cabrón, de verdad que lo es. Hacer poesía es más fácil porque las palabras riman y eso relaja al momento de escribir. Pero también hay poesía que no rima y entonces también es muy cabrón. Por ahí alguien decía que una página diario no es nada. Creo que era mi padre. Qué más da. Quizá pueda escribir una página diario pero no le veo muchas posibilidades. En verdad no le veo muchyas posibilidades. He leído cosas hermosas, he conocido muchos países, he alimentado a la musa hasta volverla una suripanta gorda y buena para nada que parasita de mis pocos recursos psíquicos sin dar nada a cambio.
Te quitaría las medias de red sin pensarlo. Lentamenate pero eso no significa que tenga dudas. El problema es que no tienes medias de red, y de hecho creo que no te gusta mucho usar medias. Y a mi tampoco me vuelven loco las medias de red, sólo ciertas veces... Bueno, hay momentos en la vida de un hombre donde necesita medias de red. O ponerse medias de red. O una falda. Dios, si tuviera una falda en estos momentos me la pondría, estoy pensndo qué de las cosas que están en mi ropero pueden hacer las veces de falda. ¿Una chamarra? Muy vulgar, pero quizá termine haciéndolo.
Para ser justo conmigo mismo debo decir que la culpa no es mía. Piensen en esto. ¿Qué significa el “delirio de grandeza”. Sentirse chingón es la grandeza misma, o de otro modo la grandeza no existe. En ese caso “soy grande” podría querer decir “soy un buen jugador de scrabble”, “soy un estratega de primera”, “soy bien listo”, etc. Pero, ¿qué quiere decir en sí mismo sin referencia a una actividad que se pretenda elevar a modo superlativo? La grandeza es una cosa que se experimenta, oh sí. Entonces no existe el delirio de grandeza, sólo la grandeza.

Asunto Escabroso

Para todos los amigos que supieron del autoritarismo e ineficiencia del PP en el gobierno de Aznar, les digo que el PAN es la misma gata pero revolcada. ¿Les parece que esto siendo arbitrario? Al parecer hacen falta unas palabras del dirigente nacional del PAN, Manuel Espino:

"el Partido Popular y el Partido Acción Nacional son partidos hermanos con mucha amistad, y mucho aprecio desde hace muchísimo tiempo.
Nada menos hoy, están algunos compañeros del Comité Nacional que les pedí que fueran a España a platicar con gente del Partido Popular y con los dirigentes de la fundación de ellos allá para tratar de alinear proyector comunes"

Mientras llegan esos proyectos comunes alegrémonos por nuestros hermanos ibéricos cobijados bajo el ala de José Luis Rodríguez Zapatero. Un saludo a los héroes anónimos que luchan por este país.